Una de las actividades favoritas de esta fauna rara que somos los geeks es el overclocking. Para el que no sepa, se llama overclocking al proceso de aumentar por diferentes medios la velocidad en que trabaja el procesador de nuestra computadora (u otro componente como la memoria, la placa de video, etc).
Una de las principales limitaciones a esto lo constituye el hecho de que a mayor velocidad del micro, mayor es la temperatura que genera el mismo y corremos riesgo de que literalmente se queme.
Por esto mismo es que si miran las computadoras de quienes hacen esto (a.k.a. Overclockers) verán grandes disipadores y coolers para mantener las temperaturas en un nivel seguro de trabajo. Incluso hay sistemas de disipadores que son verdaderos radiadores con líquidos refrigerantes... parecen computadoras con un motor de Torino más que con micros.
Un ejemplo:
Toda esta larga y aburrida introducción para mostrarles lo que hicieron un grupo de overclockers en Nevada.
Tomaron nitrógeno líquido y helio líquido para enfriar un microprocesador AMD Phenom II X4 (procesador de cuatro núcleos) hasta la friolera (nunca mejor dicho) de 232 grados centígrados bajo cero!
A esa temperatura, pudieron overclockear el micro hasta la impresionante velocidad de 6.5-GHz!
Normalmente cuando se hace un overclocking, se utiliza algún software para medir el rendimiento del equipo. El más usado es el 3DMark que ejecuta una serie de tareas y arroja un puntaje global del rendimiento. Un puntaje arriba de 10.000 se considera buenísimo.
Estos chicos de Nevada lograron romper el record mundial del 3DMark con 45.474 puntos!
Acá la proeza:
Estos geeks no se andan con chiquitas ;)
Fuente: Techeblog
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